Acompañando a las personas con TEAF en su día a día
Resumen
El trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF) es una afección del neurodesarrollo causada por la exposición prenatal al alcohol. Se caracteriza por una combinación de alteraciones físicas, cognitivas, conductuales y sociales que afectan significativamente la vida diaria de las personas afectadas y de su entorno.
En esta afectación tanto de la persona como de su entorno es donde cabe pensar en la terapia ocupacional (TO). Esta disciplina emerge como una herramienta esencial en el acompañamiento terapéutico, que facilita la participación activa y significativa de estas personas en sus entornos cotidianos y el apoyo en su vida diaria.
El consumo de alcohol durante el embarazo, causa de la aparición del TEAF
¿Qué aporta la terapia ocupacional al abordaje del TEAF?
La terapia ocupacional es una disciplina sociosanitaria que trabaja para mejorar la autonomía, el rendimiento funcional y la inclusión social de las personas. Cualquier alteración en la vida diaria, ya sea por causas físicas, sociales, psicológicas o ambientales, se puede trabajar desde esta disciplina, con un acompañamiento profesional.
En el caso del TEAF, aunque cada persona es un mundo y un modelo diferente, el abordaje se centra en:
Regulación sensorial y conductual
Muchas personas con TEAF presentan dificultades de procesamiento sensorial, impulsividad y problemas de autorregulación emocional. El terapeuta ocupacional identifica los estímulos que provocan desregulación y diseña estrategias adaptadas para ayudar a la persona a encontrar un equilibrio sensorial, mejorar su comportamiento y desarrollar rutinas predecibles (Champagne, 2011; Doyle & Mattson, 2015).
Desarrollo de habilidades funcionales y cognitivas
El TEAF impacta en la memoria, la planificación, la organización y la resolución de problemas. Desde la terapia ocupacional se trabajan estas funciones ejecutivas mediante actividades significativas que permitan su transferencia a contextos reales como la escuela, el hogar o el trabajo (Pei et al.,2014).
Entrenar algunas habilidades como el autocuidado, la gestión del tiempo o el uso del transporte público promueve la independencia y la autonomía de las personas con TEAF.
Fortalecimiento de la autonomía en las actividades de la vida diaria
El entrenamiento en habilidades básicas y complejas —como el autocuidado, la gestión del tiempo, la alimentación o el uso del transporte público— permite que las personas con TEAF ganen en independencia y autoestima (Paley & O’Connor, 2011).
Intervención en el entorno
La terapia ocupacional adopta un enfoque ecológico, interviniendo también sobre el entorno familiar, educativo y social. Se proponen adaptaciones del entorno, apoyo a cuidadores y estrategias de manejo que mejoran la calidad de vida no solo del individuo, sino también de quienes lo rodean (O'Brien, 2015).
TEAF y adicciones: un nuevo reto emergente
A medida que las personas con TEAF llegan a la adolescencia y adultez, aumentan los riesgos de desarrollar conductas adictivas, en parte por la conducta impulsiva, las dificultades en la toma de decisiones y la búsqueda de aceptación social. En estos casos, la terapia ocupacional juega un papel fundamental en:
- Promover estilos de vida saludables y estructurados.
- Ofrecer alternativas ocupacionales gratificantes que reduzcan el riesgo de recaídas.
- Abordar el caso en edades más tempranas.
- Trabajar la toma de decisiones desde la comprensión de las consecuencias.
- Reforzar las habilidades sociales y de afrontamiento (Poole, 2008).
- Acompañar y apoyar.
La terapia ocupacional es clave para ayudar a las personas con TEAF a descubrir su potencial y a mejorar su calidad de vida en todos los ámbitos, todos los días.
Un enfoque centrado las capacidades de la persona
La intervención desde la terapia ocupacional busca acompañar en la construcción de una vida plena, significativa y adaptada a las capacidades y necesidades de cada persona y su contexto, aunque esto requiera tiempo, dedicación y trabajo.
Se trata de ofrecer herramientas prácticas para desenvolverse en la vida cotidiana, participar en comunidad y ejercer sus derechos, ya que este proceso en sí es un derecho. En definitiva, el abordaje terapéutico debe ser transdisciplinar, efectivo, real, flexible y centrado en la persona. Y dentro de este enfoque, la terapia ocupacional es clave para ayudar a las personas con TEAF, y también con TEAF y adicciones, a descubrir su potencial y a mejorar su calidad de vida en todos los ámbitos, todos los días.
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