Primero de todo, hay que decir que ansiedad tenemos todos, aunque de distintas formas. De hecho, un poco de ansiedad nos puede ser útil porque nos estimula, nos hace estar alerta y rendir mucho más.
Ni siquiera un profesional de salud mental formado debería asumir esa responsabilidad, y están liberados de la confidencialidad cuando se trata de una situación así. No deberías mantener ese peso tú solo o sola.
Estas situaciones difíciles suelen tener momentos de desesperanza. Todos nos hemos sentido así en un acompañamiento a una persona con dificultades. Una situación difícil nunca es lo suficientemente corta, o lo corta que desearíamos.
Todos estamos comprometidos con la ayuda al otro, es una posición ética de primer orden. El ánimo con el que la persona reciba una ayuda de este tipo es algo secundario.
Cuando la persona en riesgo de suicidio ha pasado por Urgencias, la decisión de volver a casa es consensuada, y la responsabilidad, compartida entre todos.