El seguimiento de una dieta vegana o vegetariana puede suponer una complejidad superior que en algunos casos puede complicar el pronóstico o suponer una recaída.
No es necesario que la familia siga las mismas pautas que la persona afectada por un trastorno de la conducta alimentaria, pero sí que es facilitador que sigan unas pautas saludables similares y coherentes con las pautas terapéuticas.
En algunos casos están indicadas unas pautas específicas para la supervisión externa cuando la persona afectada por un trastorno de la conducta alimentaria presenta muchas dificultades para controlar la sintomatología.