Hay un desajuste, un desequilibrio. Entre cómo se es y cómo se querría ser. Entre lo que se siente y se piensa hacia uno mismo y lo que se cree que los demás esperan o piensan de uno mismo.
La ansiedad en niños es bastante común. Estamos hablando de una etapa con muchos cambios y mucha indefensión, con inseguridades, miedos y preocupaciones.
Primero debemos tener claro que un ataque es desagradable pero no peligroso, así que no debemos asustarnos, debemos mantener la calma y simplemente acompañar a la persona y ofrecerle lo que necesite.