Si bien es cierto que la depresión puede desencadenarse por una situación negativa (muerte de un ser querido, pérdida de un puesto de trabajo, finalización de una relación sentimental), en ocasiones las personas con depresión son incapaces de reco
No. Los propios síntomas de la depresión, como la fatiga corporal, el insomnio, los dolores musculares, los cambios de apetito o alteración de las emociones, impiden recuperarse a quien la padece.
No. Con un buen diagnóstico y el tratamiento adecuado una persona puede hacer vida normal. Los profesionales indicaran a cada persona el tipo de tratamiento a realizar basado en la mejor evidencia científica disponible.
Aproximadamente 1 de cada 4 miños o adolescentes desarrollará un trastorno de salud mental asociado a la enfermedad médica. Una enfermedad crónica supone un reto importante para el niño o adolescente que la padece.
Las personas del entorno del niño o del adolescente son los principales observadores y conocedores de su estado. Las primeras señales de alarma que nos pueden hacer sospechar que nuestro hijo o hija tiene una depresión son:
Los síntomas de la depresión pueden variar de un niño a otro, según la edad, el desarrollo cognitivo y emocional y la capacidad verbal de expresar emociones y sentimientos. Los síntomas más frecuentes son: