Es una iniciativa de la Fundación Cuidados Dignos, que nace ante la inquietud de un grupo de profesionales sanitarios frente al excesivo uso de las sujeciones en España y el deseo de impulsar un nuevo paradigma de cuidados individualizados, motivadores y sin sujeciones.

La norma proporciona las reglas que han de seguirse para garantizar una rigurosa gestión de las sujeciones restrictivas (físicas y químicas) y la posibilidad de su eliminación (sin abandonar la seguridad de la persona cuidada). 

Este cambio de paradigma responde también al preámbulo de la Convención Internacional sobre los derechos de las Personas con Discapacidad. En ella, los Estados que la firmaron acordaron una serie de principios como el respeto a la dignidad de la persona, a su autonomía y a su participación.