Algunas personas mejoran sin haber recibido ayuda, pero el proceso puede alargarse más de seis meses. Si una persona necesita tratamiento y no acceda a él, puede que la depresión empeore o que se haga crónica.
Los amigos forman parte de la red social de apoyo para la persona que tiene una depresión. Su ayuda será muy importante, puesto que pueden aportar acompañamiento emocional y presencial en todo el proceso.
Comparte tu malestar con tu entorno cercano de confianza (familia, amistades) y consulta con tu médico de cabecera para que valore tu situación y te pueda orientar.
De la misma manera que no podemos forzar a una persona con depresión a que realice una actividad concreta, tampoco la podemos obligar a que exprese sus sentimientos si no se siente preparada o no confía en nosotros.
Sí, lo que se recomienda es que continúe con su rutina habitual (asistencia a clase, actividades extraescolares, relación con los amigos, encuentros familiares...), siempre dentro de sus limitaciones por el trastorno depresivo.