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¿Estoy apoyando a las personas que atiendo para que tomen sus decisiones?

Recomendaciones y medidas para profesionales de servicios sociales y de salud mental
Cisa Llopis Carbajo

Cisa Llopis Carbajo

Psicóloga experta en Intervención Social. Coordinadora técnica.
SOM Salud Mental 360
Persona atendiendo a otra en servicios sociales.

La Convención de Nueva York recoge como uno de los derechos fundamentales de las personas el derecho a tomar decisiones (Art.12). Todas las personas tienen derecho a decidir por ellas mismas, que los demás respeten sus decisiones y que estas decisiones sean reconocidas como válidas. Esto comprende no solo tomar decisiones formales, como pueden ser casarse, firmar un contrato o comprar bienes, entre otras, sino también decisiones informales del día a día.

Es importante y necesario que cada persona pueda tomar sus propias decisiones en la vida, puesto que estas decisiones:

  • Definen su personalidad y le ayudan a desarrollar la identidad y el papel que tiene en la sociedad.
  • Le empoderan, favorecen que no dependa de los otros, que participe en la comunidad en condiciones de igualdad y que desarrolle relaciones positivas y sanas.
  • Le ayudan a hacerse responsable de su vida y a hacer frente a las dificultades y a los obstáculos.
  • Le permiten tener más control sobre la vida, reduciendo el riesgo de encontrarse en situaciones de violencia, explotación o maltrato.
derechos

El derecho a decidir en el marco de la salud mental

A menudo, cuando las personas están siendo atendidas en servicios sociales o de salud mental, acostumbran a darse dinámicas de poder desiguales que hacen que sientan que tienen una capacidad muy limitada de influir sobre el cuidado y la atención que reciben, mientras que los profesionales tienen la autoridad para decidir por ellas. Por eso, es todavía más importante, en estos espacios, que los equipos profesionales adopten un abordaje de apoyo para que la persona pueda tomar decisiones también durante su vinculación al servicio. Quizás puedan pensar que ya adoptan esta actitud de apoyo, pero a menudo deciden por ella de manera inconsciente.

En los servicios sociales o de salud mental acostumbran a darse dinámicas de poder desiguales que hacen que las personas puedan sentir que tienen una capacidad muy limitada de influir sobre el cuidado y la atención que reciben.

¿Cómo tiene que ser el apoyo que les proporcionamos?

En este nuevo abordaje, el apoyo que proporcionamos a las personas que atendemos tiene que:

  • Empoderar a las personas, ofreciéndoles información, suficiente y comprensible, para que puedan decidir sobre su vida (también sobre la atención y el tratamiento que reciben).
  • Contrarrestar los desequilibrios de poder. Esto se logra cuando las personas que trabajan en estos servicios atienen los valores, expectativas y preferencias de cada persona y actúan en consecuencia.
  • Impulsar la autorreflexión de los profesionales sobre cómo, involuntariamente, sus comportamientos pueden ser un obstáculo al derecho a decidir de las personas que atienden.

¿Estoy ofreciendo apoyo a la toma de decisiones? Lista de comprobación

La Organización Mundial de la salud (OMS), en sus materiales formativos de los QualityRights, ofrece una lista de comprobación útil para que las personas profesionales puedan valorar si están ofreciendo este apoyo. Esta lista, a la que se pueden añadir otras medidas, incluye aspectos relacionados con:

  • La información que se proporciona a la persona. Hay que comprobar que la persona atendida disponga de toda la información que necesita para poder tomar una determinada decisión, que tenga toda la información que pide y que se le haya informado sobre las opciones o alternativas disponibles.
  • La comunicación de la información. Hay que comunicar la información de manera que la pueda comprender. En algunos casos, esto puede implicar usar un lenguaje más sencillo y claro o apoyos visuales y atender también a la comunicación no verbal. A veces, otras personas pueden ayudar a facilitar la comunicación (familiar, profesional de apoyo, intérprete…), pero debemos asegurarnos que la persona quiere y acepta esta ayuda.
  • La comodidad de la persona. Para que las personas puedan tomar decisiones libremente, deben sentirse seguras y cómodas con el profesional. Por eso, es importante identificar también en qué momentos y espacios la persona se siente más cómoda y puede comprender mejor las cosas y, en su caso, valorar si es posible aplazar la decisión y esperar a un momento en el que las circunstancias sean más adecuadas para ella.
  • El apoyo que se proporciona a la persona. Hay que ver si alguna otra persona puede ayudar a la persona atendida a expresar su opinión o preferencias o a tomar una decisión.
buenas practicas toma decisiones

Buenas prácticas en el apoyo a la toma de decisiones

Otras cosas que podemos hacer desde los servicios para dar este apoyo

Desde los servicios sociales y sanitarios que atienden a personas con problemas de salud mental, también se pueden llevar a cabo acciones que faciliten que las personas atendidas puedan tomar decisiones en los mismos servicios.

Algunos ejemplos pueden ser:

  • Desarrollar e implementar políticas organizativas de promoción del derecho a la toma de decisiones.
  • Informar, formar y capacitar a los equipos profesionales en materia de apoyo a la toma de decisiones y permitir el debate sobre este tema.
  • Garantizar que a las personas atendidas se les pregunta, de manera sistemática, cuáles son sus preferencia y que se respetan.
  • Potenciar la participación e implicación de las personas usuarias del servicio en los mecanismos de evaluación y diseño de mejoras del servicio, con los apoyos que puedan necesitar en cada caso (como puede ser en los comités de participación, procesos de análisis y codiseño, o mediante encuestas de satisfacción).
  • Facilitar a las personas atendidas el contacto de fuentes de apoyo e información externas, como pueden ser entidades sociales del territorio, grupos de apoyo y grupos de ayuda mutua, etc.