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Alteraciones conductuales

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene una rabieta?

Los niños y niñas con trastorno del espectro del autismo son más vulnerables y más propensos a tener comportamientos «problemáticos». En la mayoría de los casos son el resultado de necesidades y deseos no cubiertos, de las dificultades en su habilidades de comunicación o del poco control de su entorno físico y social. Generalmente, estas conductas tienen una función. Para poder manejarlas es importante comprender el porqué de su comportamiento.

Técnicas para la reducción y manejo de conductas inadecuadas: 

  • Anticipación y prevención:
  • Cambiar de actividad: podemos hacer otra cosa que sepamos que le gusta como opción a algo que le está irritando.
  • Permitir que exprese lo que le molesta o no quiere seguir haciendo.
  • Avisar: decirle que está haciendo algo inapropiado, explicarle las consecuencias que recibirá si no deja la conducta negativa y además darle la alternativa de cómo puede hacerlo de forma apropiada.
  • Tiempo fuera (niños pequeños): consiste en aislar al niño inmediatamente después de realizar la conducta perturbadora a un lugar aburrido (no lúdico) durante un periodo preestablecido de tiempo.
  • Extinción: consiste en ignorar (no mirar, no escuchar, no hablar) el comportamiento inadecuado para evitar que este incremente por la atención (negativa, pero atención) que le ofrecemos al niño.
  • Refuerzo positivo: consiste en presentar inmediatamente después de la conducta adecuada un estímulo que hace que aumente la probabilidad que se repita dicha conducta.