Ante todo, es muy importante haberse dado cuenta de la relación entre el dolor y el empeoramiento de la depresión. Precisamente la clave para la mejoría está en darse cuenta de esta relación y obrar en consecuencia.
El suicidio en la población de edad avanzada es un fenómeno que a menudo se ignora o se descuida y atrae menos atención que el suicidio en la población más joven. La edad no debe ser un motivo para normalizar el sufrimiento.