La recuperación de la anorexia es un proceso personal y no lineal que abarca cambios físicos, psicológicos y sociales, y que requiere tiempo, apoyo y la aceptación de que las recaídas pueden ocurrir. Algunas señales de recuperación incluyen:
Cuando una persona con trastorno alimentario presenta una mejoría, es el equipo terapéutico el encargado de establecer el tipo de tratamiento que debe seguir, que normalmente irá disminuyendo de intensidad.