Las redes sociales pueden ser un instrumento para la propagación del fenómeno de la autolesión. Sabemos que existen páginas y videos en las redes sociales que hablan de la autolesión.
Aunque los expertos coinciden en este aspecto, llama la atención en el último estudio de UNICEF el escaso nivel de supervisión que parecen estar ejerciendo madres y padres, no del todo conscientes de su papel como modelo en el uso de las pantallas
Ya nadie duda de que las redes sociales tienen un impacto directo en la autoimagen y la autoestima, especialmente entre las personas más jóvenes. El malestar emocional puede aparecer por diversos factores: la constante comparación social, la búsqueda de valoración social, la presión estética por cánones de belleza irreales, la exposición a recibir todo tipo de comentarios sobre la propia imagen o la presión por mostrar una vida llena de actividades y experiencias que tampoco es real. Esta constante comparación con el otro impacta directamente en la autoimagen y en la autoestima, siendo un caldo de cultivo favorecedor para el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria. Se trata de una exposición para la que es necesario educar la mirada y fomentar el espíritu crítico. ¿Hablamos de ello?