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El duelo gestacional, perinatal y neonatal

La importancia del apoyo profesional y la visibilización social para afrontar la pérdida de un hijo
Juan Ignacio Pruiti

Juan Ignacio Pruiti

Psicólogo. Director gerente y terapéutico
Glasir Salud
Una mujer delante de una cuna vacía en duelo por la pérdida de su hijo

El duelo gestacional, perinatal y neonatal es una experiencia profundamente dolorosa, y a menudo silenciosa, que muchas familias atraviesan en algún momento. Enfrentar la pérdida de un hijo en cualquier etapa del embarazo o poco después de su nacimiento es un proceso desgarrador que, aunque forma parte de la vida, sigue siendo poco comprendido y visibilizado en nuestra sociedad.  

Un proceso único y complejo 

Perder a un hijo en etapas tan tempranas no solo deja un vacío en las familias, también trae emociones complejas y difíciles de expresar. Quienes experimentan este tipo de duelo pasan por distintas etapas, desde la negación hasta la aceptación, aunque cada proceso es único y personal. La tristeza profunda, la culpa o el enfado son sentimientos comunes, a menudo intensificados por la incomprensión o los comentarios inapropiados de un entorno que no siempre sabe cómo reaccionar. Las familias, especialmente las madres y los padres, pueden sentirse aislados y sin el reconocimiento social que necesitan para transitar este duelo. 

 

Duelo perinatal

Lorena Lalana Sánchez

Testimonio

El valor del apoyo profesional e institucional 

Afrontar una pérdida tan significativa suele requerir el acompañamiento de profesionales especializados. Diferentes instituciones y centros de salud mental ofrecen apoyo individual y grupal para que las familias se sientan comprendidas y respaldadas durante este proceso. La labor de estos programas de apoyo es brindar espacios seguros donde las personas puedan expresarse sin temor a ser juzgadas, abordando las emociones y las estrategias para sobrellevar la pérdida. La colaboración entre centros de salud y organizaciones enfocadas en el bienestar emocional facilita que este apoyo esté al alcance de todos los que lo necesiten. 

Es esencial que comprendamos como sociedad que el duelo gestacional, perinatal y neonatal es tan válido y profundo como cualquier otro, y ofrecer un entorno más acogedor y respetuoso para quienes atraviesan esta experiencia. 

Las terapias individuales permiten que cada persona reciba una atención personalizada para entender y procesar sus sentimientos. Este apoyo puede ser fundamental para quienes sienten que el duelo afecta su vida cotidiana, desde las relaciones hasta el trabajo. En el caso de las terapias grupales, se ofrece un entorno donde las familias pueden compartir su dolor con otras personas que han pasado por experiencias similares. Estas redes de apoyo mutuo disminuyen el aislamiento y permiten una conexión auténtica, aliviando en parte la carga emocional. 

Imagen de salida del sol en campo

Disminuir el malestar emocional tras la pérdida de un ser querido

Apoyo en un nuevo embarazo tras la pérdida 

Después de una pérdida gestacional o perinatal, la búsqueda de un nuevo embarazo suele venir acompañada de emociones complejas: esperanza y miedo se entrelazan, generando un delicado equilibrio que puede ser difícil de gestionar sin el apoyo adecuado. Las familias a menudo enfrentan ansiedad y preocupación ante la posibilidad de una nueva pérdida, lo que convierte esta experiencia en una mezcla de ilusión y cautela. En estos casos, el acompañamiento psicológico especializado es fundamental para quienes deciden emprender un nuevo embarazo, brindando un espacio seguro donde pueden expresar sus miedos, gestionar sus expectativas y fortalecer su resiliencia. Este apoyo puede ser clave para transitar este nuevo camino de manera más tranquila y con el respaldo emocional necesario. 

Concienciación social y visibilización del duelo 

La sociedad tiene un papel fundamental en la normalización y visibilización de estos duelos. Muchas familias enfrentan una presión adicional por «superar» rápidamente su dolor, como si este tipo de pérdida fuese menos importante que otros duelos. Es esencial que comprendamos como sociedad que el duelo gestacional, perinatal y neonatal es tan válido y profundo como cualquier otro. La educación y la sensibilización en este ámbito pueden ayudar a reducir el estigma y a ofrecer un entorno más acogedor y respetuoso para quienes atraviesan esta experiencia. 

La colaboración de múltiples instituciones y el trabajo de profesionales comprometidos es clave para crear una sociedad empática y consciente del valor de estos apoyos en el duelo. Solo así, acompañando sin juicio, lograremos que las familias no tengan que vivir en silencio ni sientan que deben justificar su dolor, permitiéndoles transitar su duelo de forma más saludable y con menos miedo a ser incomprendidas, asegurando que nadie tenga que atravesar este duelo en soledad.